Los italianos se pasan día y noche comiendo pasta. Es un comentario que seguro que todos hemos oído o pensado en más de una ocasión. Dos son los motivos que les permiten comer pasta cuando les apetece (mañana o noche) y mantener una figura envidiable. El primero es el horario, ya que comen a las 12:30 horas y cenan alrededor de las 7 de la tarde, y eso les permite quemar parte de la comida ingerida. Y el otro motivo es que la pasta...no engorda.
Así lo asegura un artículo del Instituto Mediterráneo Neurológico Neuromed. El organismo italiano desmonta la creencia qué teníamos hasta ahora: consumir pasta no contribuye a la obesidad. En el estudio, realizado sobre más de 23.000 personas y publicado en la revista Nutrition and Diabetes, se comenta lo contrario. Comer pasta está asociado a una disminución del Índice de Masa Corporal (IMC). Tiene un bajísimo contenido en grasa.
George Pounis, autor del artículo, señala que los "datos demuestran que la pasta contribuye a un índice de masa corporal saludable, una menor circunferencia de la cintura y una mejor relación cintura-cadera". La pasta es un alimento básico de la Dieta Mediterránea e Italiana del que no podemos prescindir. Representa la principal fuente de hidratos de carbono de la dieta. La composición química por cada 100 gramos es de 75% de hidratos de carbono, 13% de proteínas y solo un 1% de grasas; el resto son fibra, sodio, calcio, hierro...
Los beneficios de los carbohidratos
Un grupo de científicos de 13 países, entre los que está España, ha firmado un documento internacional sobre los beneficios de los carbohidratos para la salud. Ni engordan ni provocan obesidad. La pasta, como tiene un bajo índice glicémico, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y en el peso. Un plato de pasta contiene unas 300 calorías, el 15% de lo que necesita de media una persona al día.
La pasta de buena calidad está fabricada con una base de sémola de trigo duro, que es el más rico en cereales. Otras pastas que contienen huevo, leche y verduras proporcionan suplementos de vitaminas y minerales.
El punto de cocción de la pasta es otro de los 'must', porque es importante saber de qué tipo es y cómo comerla. La mejor es la pasta al dente que tiene un índice glucémico más bajo que la más cocida.
Sea cuál sea la que elijas, recuerda que la pasta por sí sola no engorda.