Desde el 7 de enero hasta el día antes del Miércoles de Ceniza, en Italia se celebra el Carnaval. Es una época de color, alegría, diversión y... gastronomía por supuesto. :)
Cada ciudad tiene sus tradiciones y sus comidas típicas. Carnaval es sinónimo de fiesta popular y bailes de máscaras. Los carnavales más famosos de Italia son los de Ivrea, Venecia y Verona.
El Carnaval de las Naranjas
Uno de los carnavales más famosos de Italia y en el extranjero es el de Ivrea, en la región del Piemonte. La fiesta se celebra desde 1808 y tiene como protagonistas a la 'Mugnaina' (la molinera) y al General. El carnaval representa la rebelión popular contra la tiranía. El momento más especial son el desfile histórico y la Batalla de las Naranjas, que tiñe toda la ciudad de color. El Carnaval de Ivrea simboliza la guerra civil entre el pueblo y las tropas napoleónicas. Los 'arancieri', lanzadores de naranjas, defienden la ciudad frente a los lanzadores de carros (tropas napoleónicas).
Venecia, 10 días de Carnaval
Nació en el siglo XI y es único en el mundo. El Carnaval de Venecia ha sido tradicionalmente la vía de escape para sus habitantes. Durante siglos fue prohibido y se recuperó en 1979. Dura 10 días y la gente que se disfraza, sale a pasear por la calle y se hace fotos en los desfiles. Los disfraces son trajes de época del siglo XVII. En los días de Carnaval, se organizan multitud de fiestas y eventos por toda la ciudad.
El Papà del Gnocco
En Verona, se celebra el desfile de máscaras más antiguo de Italia. En el siglo XVI, para evitar una hambruna, el doctor de la ciudad decide repartir platos de gnocchi entre los necesitados. A partir de entonces, se convirtió en una tradición. Hoy, la plaza principal de Verona acoge el reparto de comida y la ceremonia de elección del Papà del Gnocco, el líder del Carnaval. El desfile de máscaras de Verona marca el inicio de las fiestas de Carnaval en Italia. A partir del 5 de febrero, localidades como Ivrea o Venecia celebran intensamente días llenos de color, música, fiesta y tradición.
