La salsa carbonara en su versión más tradicional, es una salsa sencilla y humilde que se elabora con tres ingredientes básicos: huevos, queso y panceta. El queso habitual es el pecorino, pero podemos utilizar parmesano si no encontramos esa variedad.
Empezamos poniendo agua abundante con sal en una olla grande, cortamos la panceta en tiras y la ponemos a dorar en una sartén. Reservamos la panceta cuando esté dorada.
Por otro lado, en un bol batimos dos yemas de huevos e incorporamos queso rallado junto con una pizca de sal y pimienta.
Cuando el agua hierva, añadimos la pasta, cocemos durante el tiempo que indique el envase para que quede al dente y la escurrimos. Sin dejar que se enfríe la pasta la volvemos a poner en la cazuela y la mezclamos con el huevo batido y el queso.
Estos ingredientes se cocinarán con el calor remanente de la pasta, la cual tomará su característico color amarillo. Añadimos la panceta que habías dorado, un poco más de queso pecorino o parmesano y rematamos con unas vueltas de molinillo de pimienta para dar a nuestra carbonara el toque final.
La salsa carbonara tradicional es facile, ma non troppo